"Uno quiere ver a los responsables en la cárcel, o que salgan a la luz pública", dice
SANTO DOMINGO. Altagracia Ramírez, esposa del desaparecido profesor universitario Narciso González, iba conduciendo por la avenida John F. Kenndedy cuando recibió la noticia de que ganaron el caso que llevaban contra el Estado dominicano en la Corte Interamericana de los Derechos Humanos. "Me detuve, y lloré, lloré", narra.
Cree que con esta decisión, la justicia llegó a medias, porque "uno quiere ver a los responsables en la cárcel, o que salgan a la luz pública, y digan fuimos nosotros, y nos digan dónde está el cadáver de Narciso González". La Corte condenó al país a pagarle una indemnización de US$395 mil a la familia de Narcisazo -desaparecido en 1994- y a dar una disculpa pública.
Aunque no quiere hablar mucho de la sentencia, hasta que se reúna con la Comisión de la Verdad, la esposa de Narcisazo contestó algunas preguntas a la prensa.
Cree que con esta decisión, la justicia llegó a medias, porque "uno quiere ver a los responsables en la cárcel, o que salgan a la luz pública, y digan fuimos nosotros, y nos digan dónde está el cadáver de Narciso González". La Corte condenó al país a pagarle una indemnización de US$395 mil a la familia de Narcisazo -desaparecido en 1994- y a dar una disculpa pública.
Aunque no quiere hablar mucho de la sentencia, hasta que se reúna con la Comisión de la Verdad, la esposa de Narcisazo contestó algunas preguntas a la prensa.