La semana pasada se ratificó la condena por corrupción de ‘Lula’ da Silva


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El presidente de Brasil, Michel Temer, dijo este lunes que Luiz Inacio ‘Lula’ da Silva no ‘está muerto políticamente’, a pesar de la condena a 12 años de cárcel por corrupción, y señaló que sería mejor para ‘pacificar’ el país que pudiera disputar las elecciones de octubre.
En su primera reacción a la condena de Lula da Silva a 12 años y un mes de cárcel por corrupción y lavado de dinero, Temer admitió que el exsindicalista es una “figura de mucho carisma”.
“Personalmente apoyaría que él pudiese disputar la elección y fuera vencido en el voto, porque eso pacificaría al país”, aseveró Temer, que finalizará su mandato –logrado tras un polémico impeachment (juicio político) a Dilma Rousseff- a finales de 2018.
“Evidentemente su no participación tensiona el país, y lo que tenemos que hacer en Brasil es distender el país”, agregó el mandatario.
Jefe de Estado por dos mandatos (2003-2013), Lula da Silva lidera con un 35 por ciento las encuestas para las elecciones presidenciales de octubre, pero su condena amenaza con dejarle fuera de la contienda electoral e incluso con llevarle a prisión.
Se desconoce hasta el momento cuál será el impacto en los sondeos de su condena, aunque varias encuestas se publicarán en los próximos días para medir este asunto en los pronósticos electorales.
El Partido de los Trabajadores (PT) lanzó la candidatura de Lula da Silva a la presidencia y desafió a la Justicia diciendo que no respetará una eventual inhabilitación política del exmandatario, lo que podría llevar a Brasil a un nuevo período de turbulencia política como el vivido durante 2016 por el juicio político a Rousseff.