Primera parte
Por Cesar
Gutiérrez
Esperanza,
Valverde RD.- 12 de junio 2017
Lo que se ha hecho
con los obreros y empleados cancelados por la presente gestión de la Alcaldesa
Ana Jacqueline Peña, constituye para mi, el peor acto de humillaciones, ofensas
y deshumanizad cometido en la historia municipal de manera pública y sin ningún
reparo por parte de quienes, desde la posición de actores principales, unos y
de lacayos, otros, han burlado los derechos de humildes servidores municipales
a quienes, en latitudes desarrolladas, se les reconoce por la labor de servir a
las ciudades, desde su limpieza, ornato, seguridad y cuidado de sus espacios
públicos.
La municipalidad
debe surtirse herida por la acción y sufrir el maltrato a esos ciudadanos, como
un maltrato a la ciudad, una falta de respeto a las leyes y un abominable hecho
de descrédito social.
Los miembros de
los Órganos municipales, han sido incapaces de detener las pretensiones
personalistas y de resentimientos de los profesionales que manejan el tema y
que en algunos momentos, han querido ligarlo a la crisis que vive el Concejo
Municipal, donde se ha tratado hasta de usar al movimiento reivindicativo, con
propósitos grupales, a fin de limpiarle el camino, a sectores determinados.
Pero peor aún,
todos debemos sentir vergüenza, de que personas desproporcionadas, que desde la
pasada gestión de diez años, desde el departamento de Recursos Humanos, ahora
actuando de manera vil y de desconcernimiento, enseñaron sus malas mañas a las
nuevas autoridades, quienes vienen violentando los derechos de los trabajadores
municipales, a quienes se les cancela con enfermedades terminales, se les
rebaja el salario, se les cambia de estatus y se les despoja del seguro social.
Estos actúan sin importarles un comino, el futuro de la municipalidad. Han
utilizado este caso, para dejar verter su veneno, contra los más humildes,
dejando entre ver, su egoísmo en materia social y el desprecio por los pobres y
necesitados de este municipio.
Esa alcaldía ha echado
a las calles, gente con zondas puestas, con piernas mochas, con discapacidades
de todo tipo a quienes se les ha consolado, con las migajas de medio sueldo, no
obstante tener estos, certificaciones de incapacidad permanente, certificadas
por médicos calificados. En una ocasión, cancelaron un empleado, que perdió una
pierna, con la cuchilla del gredar y cuando hicimos la denuncia, lo mandaron a
buscar y le pagaron los sueldos atrasados, para que desmintiera lo dicho por
nosotros y así lo obligaros a hacer.
En principio
apostamos al dialogo y al entendimiento y utilizamos los cánones
administrativos, como sociedad organizada, mas las fuerzas foráneas de la
actual gestión, impidieron todo contacto en ese sentido con la alcaldía, en
tanto jugaron al tiempo a fin de diluir el movimiento.
Nos llevaron a un
terreno impredecible, dado la gran incongruencia de la ley 41-08 y los
reglamentos de aplicación de esta y otras leyes que rigen la materia, teniendo
alguno de nosotros, que buscar auxilio legal, para por lo menos, tener quienes
introdujeran alguna acción, legal que impidiera la pérdida del derecho por
falta de reclamos en los plazos de la ley.
Ah pecado… esto
llevó a nuestro cristalino movimiento a un momento difícil, pues de un lado se
entendía, que los que incidimos para recomendar a alguno de los abogados, lo
habíamos hecho por algún beneficio pecuniario, mientras que de otro lado se
creía que cuando cualesquiera de los defensores de los cancelados, iba a la
alcaldía era en busca de algún arreglo personal que perjudicaba a los
trabajadores cancelados. Una versión y la otra pudimos comprobar que tenían
como eje transversal, la división del movimiento, cosa que parcial mente
lograron, puesto que en ese tenor, consiguieron el apoyo de parte de los
afectados y de sus representantes legales, quienes, por comisión u omisión, se
prestaron al juego de los gendarmes de la alcaldía.
A pesar de la
debilidad procesal en los reclamos de nuestros representantes, se ha cometido
"una ignominia", al iniciar el pago parcial de las indemnizaciones,
medalaganariamente con una parte de los trabajadores (los que no tengan
abogados) y que de forma burlona, se le esté diciendo que la culpa la tenemos
nosotros e inclusive que nos estén enviando algunos de los cancelados a
reclamarnos, no sé si con alguna negociación oculta, con el fin de molestar
nuestro espíritu siempre de colaboración, servicio y humanidad.
No lo lograrán,
puesto que, a pesar de los lazos de amistad de años que tengo con algún actor
de estos, no permitiré que se me suicide moralmente a esta altura de mi vida y
es por ello que hago esta denuncia y hago constar, que se lo comuniqué a la
Alcaldesa, antes de su viaje fuera del País, de que si no interviene en esto y
busca un arreglo con los cancelados en sentido general, me pondré en cuerpo y
alma al servicio de la causa y de los que estén dispuestos a ayudarnos, alguno
de los cuales, hacen agüitas, porque se les permita utilizar esta causa para
brillar, contra la alcaldía, a lo que hasta ahora, hemos mantenido al margen,
por cuestiones de ética y de principios de responsabilidad.
Demostrare que no
es verdad los que con su malicia, han querido ligarme a la actual gestión,
diciendo que he tenido algún beneficio pecuniario en ella y que tampoco es
verdad que he hecho acuerdo alguno con abogados. Todo lo contrario, todo el
trabajo iniciado por mí asumiendo los gastos de estos, las diligencias y todo
lo que ello implica, se lo entregue a mi abogado, sin ninguna condición, así
como he actuado siempre y nunca le dije ni si quiera que me haga concesiones de
la cuotalitis que le firmé.
En otras ocasiones
ha ocurrido lo mismo con migo, más los que han lanzado el dardo, la historia
los ha hecho utilizar, diferentes formulas, para limpiar su desaliento.
Continuará…..