últimos hechos con dominicanos en Haití obligan autoridades nacionales revisar relaciones
SANTIAGO.-Los últimos hechos ocurridos en Haití, que involucran a dominicanos, como los del pasado mes de diciembre en la zona fronteriza de Pedernales donde se puso en juego la seguridad del personal diplomático dominicano y el más reciente secuestro de cuatro dominicanos en la parte norte, obligan al país a adoptar medidas más drásticas frente a la vecina nación.
El Estado dominicano no puede tolerar a un país donde las autoridades no han dado muestra de garantizar la integridad de quienes le visitan, permitiendo en ocasiones que sus visitantes se vean en peligro.
En ese sentido las autoridades dominicanas tienen que asumir el control de los dominicanos que empresarios locales ponen en peligro enviándolos a la vecina nación a llevar mercancías y productos, a merced de los delincuentes que parecen estar sin control en dicho territorio.
Porque ya han sido muchos los casos de esta naturaleza, entre los que se encuentran secuestros, robo de mercancías y en ocasiones hasta daños causados a los vehículos en los cuales se trasladan.
Estos acontecimientos obligan a las autoridades dominicanas a revisar las relaciones con el vecino país, en el entendido de que si bien es cierto que los dominicanos se benefician del intercambio comercial entre ambas naciones, los haitianos necesitan más de los dominicanos.
Pero además de que los miles de haitianos que realizan labores en el país, muchos de ellos ilegales otros vienen al país a adquirir artículos y mercancías y en ningún momento han sido objeto de chantaje y esa vagabundería que tienen acostumbrados los haitianos a los dominicanos.
Las relaciones entre ambos países deben desarrollarse en un clima de paz, armonía, pero sobre todo de respeto y garantía a los dominicanos que visitan la vecina nación.
Una de las medidas a adoptar sería que el intercambio comercial se limite a la línea fronteriza, sin que haya que enviar a dominicanos del otro lado de la frontera y lo mismo podrían hacer con las legaciones diplomáticas, las cuales deben radicarse en la parte limítrofe entra ambas naciones.
SANTIAGO.-Los últimos hechos ocurridos en Haití, que involucran a dominicanos, como los del pasado mes de diciembre en la zona fronteriza de Pedernales donde se puso en juego la seguridad del personal diplomático dominicano y el más reciente secuestro de cuatro dominicanos en la parte norte, obligan al país a adoptar medidas más drásticas frente a la vecina nación.
El Estado dominicano no puede tolerar a un país donde las autoridades no han dado muestra de garantizar la integridad de quienes le visitan, permitiendo en ocasiones que sus visitantes se vean en peligro.
En ese sentido las autoridades dominicanas tienen que asumir el control de los dominicanos que empresarios locales ponen en peligro enviándolos a la vecina nación a llevar mercancías y productos, a merced de los delincuentes que parecen estar sin control en dicho territorio.
Porque ya han sido muchos los casos de esta naturaleza, entre los que se encuentran secuestros, robo de mercancías y en ocasiones hasta daños causados a los vehículos en los cuales se trasladan.
Estos acontecimientos obligan a las autoridades dominicanas a revisar las relaciones con el vecino país, en el entendido de que si bien es cierto que los dominicanos se benefician del intercambio comercial entre ambas naciones, los haitianos necesitan más de los dominicanos.
Pero además de que los miles de haitianos que realizan labores en el país, muchos de ellos ilegales otros vienen al país a adquirir artículos y mercancías y en ningún momento han sido objeto de chantaje y esa vagabundería que tienen acostumbrados los haitianos a los dominicanos.
Las relaciones entre ambos países deben desarrollarse en un clima de paz, armonía, pero sobre todo de respeto y garantía a los dominicanos que visitan la vecina nación.
Una de las medidas a adoptar sería que el intercambio comercial se limite a la línea fronteriza, sin que haya que enviar a dominicanos del otro lado de la frontera y lo mismo podrían hacer con las legaciones diplomáticas, las cuales deben radicarse en la parte limítrofe entra ambas naciones.
El Estado dominicano no puede tolerar a un país donde las autoridades no han dado muestra de garantizar la integridad de quienes le visitan, permitiendo en ocasiones que sus visitantes se vean en peligro.
En ese sentido las autoridades dominicanas tienen que asumir el control de los dominicanos que empresarios locales ponen en peligro enviándolos a la vecina nación a llevar mercancías y productos, a merced de los delincuentes que parecen estar sin control en dicho territorio.
Porque ya han sido muchos los casos de esta naturaleza, entre los que se encuentran secuestros, robo de mercancías y en ocasiones hasta daños causados a los vehículos en los cuales se trasladan.
Estos acontecimientos obligan a las autoridades dominicanas a revisar las relaciones con el vecino país, en el entendido de que si bien es cierto que los dominicanos se benefician del intercambio comercial entre ambas naciones, los haitianos necesitan más de los dominicanos.
Pero además de que los miles de haitianos que realizan labores en el país, muchos de ellos ilegales otros vienen al país a adquirir artículos y mercancías y en ningún momento han sido objeto de chantaje y esa vagabundería que tienen acostumbrados los haitianos a los dominicanos.
Las relaciones entre ambos países deben desarrollarse en un clima de paz, armonía, pero sobre todo de respeto y garantía a los dominicanos que visitan la vecina nación.
Una de las medidas a adoptar sería que el intercambio comercial se limite a la línea fronteriza, sin que haya que enviar a dominicanos del otro lado de la frontera y lo mismo podrían hacer con las legaciones diplomáticas, las cuales deben radicarse en la parte limítrofe entra ambas naciones.
La frontera con Haití está resguardada y preparada militarmente para enfrentar cualquier tipo de eventualidad, fruto de la crisis sociopolítica que traviesa esa nación.
Así lo aseguró el Ministro de Defensa, teniente general William Muñoz Delgado, quien sostuvo que gracias a la operación Escudo, que se implementa desde finales de diciembre, se logró reforzar la frontera.
Dijo que cuentan con un plan estratégico, ante cualquier tipo de estallido político en Haití, para evacuar el personal consular tanto por tierra como por aire.
Informó que en lo que va de año han logrado retener a más de 20 mil haitianos intentando cruzar la frontera.
Sin embargo, no consideró la situación como preocupante al considerar normal que para esta fecha la migración haitiana se incrementara, luego de que muchos ilegales fueron a su país a participar en las actividades de Navidad y año nuevo con su familia.
“Siempre tenemos un caos y una gran cantidad de nacionales haitianos ilegales que intentan regresar con parientes y amigos a territorio dominicano”, señaló.
Dijo que, gracias a la puesta en ejecución de la operación Escudo, están controlando ese problema.
El ministro de Defensa fue entrevistado en la Cancillería luego de que el canciller dominicano, Andrés Navarro, y el embajador de Estados Unidos, James (Wally) Brewster, firmaran un acuerdo sobre el estado del personal de Estado Unidos en la República Dominicana, en relación con visitas, entrenamiento, ejercicios y actividades humanitarias acordadas por ambos países.
