Por Rafael Pujols
BOCA DE MAO, Esperanza.- Quizás motivada por la desesperanza, la negación y la falta de apoyo familiar una mujer aborto lanzando a un canal de este Distrito Municipal, el cuerpecito sin vida de un feto con todas las características de un varón.
La criatura, aún con el cordón umbilical, fue encontrada por el joven Apolón Yann, de nacionalidad haitiana, en las aguas de un canal que cruza por el lugar conocido como Barrio Seco, el cual asustado llamo a su compatriota, Quilly Pie, quien al ver el feto pensó que era un muñeco que se le había caído a alguna niña.
Dijo Quilly, que a insistencia de su compañero, se vio en la obligación de bajar a la cañada y que al ver que al cuerpecito le rondaban muchas moscas, decidió moverlo con un palito y que entonces se dio cuenta que en realidad era un niño.
Según explicaron algunas mujeres del lugar, la criatura debía tener entre 4 y 5 meses de gestación, por lo que creen que la “madre”, debe estar en mal estado o posiblemente interna en algún centro de salud de la provincia Valverde.
Al lugar se apersonaron las autoridades policiales, quienes se fueron luego que un curioso sacara de las aguas la criatura que ya empezaba a heder, y que a pesar de eso, se volcó una gran cantidad de personas de todas las edades.
Eminentemente que la progenitora del embrión podría haber sufrido una decepción, posiblemente del padre de lo que sería un niño, o en peor de los casos, no haber encontrado apoyo entre sus familiares y que presumimos es por esas razones decidió matar a su cría.
“La que hizo eso no debe tener corazón”, “No tiene perdón de Dios, una mujer que cometa tan horrendo crimen”, “El aborto debe ser penalizado como un crimen de los más repugnante”, eran las frases llenas de rabias, tanto de hombres como de mujeres que pudieron apreciar el cuerpo de la criatura dentro y fuera del agua.
En tanto que otros opinaron que “el corazón de la auyama solo lo conoce el cuchillo” y que “la que esté libre de pecado, que lance la primera piedra”.
Es deber de que cada quien sacar sus propias conclusiones, lo que si se, es que el mundo está totalmente convulsionado, las familias se encuentran a la deriva, sin timón y sobre todo, sin capitán que guie la tripulación.
Que Dios nos ilumine y nos ampare para que podamos, los que con trabajo, dedicación y luchas constantes contra viento y marea, hemos podido sostener y mantener la familia unida, pensando en un horizonte de paz y armonía.