Disparos de arma de alto calibre, El Pentágono bajo fuego

Washington DC. Autoridades locales y federales buscaban este martes a un individuo que disparó en la mañana al Pentágono y quien posiblemente utilizó un rifle de alto poder. No hubo lesionados.

Los disparos se realizaron poco antes de las 5 de la mañana, destrozando, pero sin penetrar, ventanas en los pisos cuatro y cinco, dijeron funcionarios del Pentágono. Agregaron que paredes del edificio también recibieron impactos de bala.

“En estos momentos, estamos considerando esto como un suceso aislado”, dijo el director de la Agencia de la Fuerza de Protección del Pentágono, Steven Calvery. “Únicamente podemos procesar lo que tenemos”.

Autoridades federales, junto con la policía local, dedicaron la mañana a buscar evidencias, inclusive cerrando la adyacente Autopista Interestatal 395 por un breve lapso, peinando las zonas cubiertas de césped. El FBI llevó a cabo exámenes de balística de los fragmentos de bala que quedaron en ventanas.

Diversos funcionarios mencionaron que posiblemente se había utilizado un rifle de alta velocidad, pero no estaban seguros. Dos ventanas quedaron destrozadas, pero los funcionarios no saben con precisión cuántos disparos se hicieron, aunque se especula que fueron cinco. Por lo pronto, la Fuerza Conjunta Contra el Terrorismo asumió el mando de la investigación, dijeron las autoridades.

El incidente ocurrió siete meses después de que un hombre armado abrió fuego contra una de las entradas del Pentágono. Los oficiales Jeffery Amos, de 46 años, y Marvin Carraway, de 44, sufrieron heridas menores en el enfrentamiento del 4 de marzo. El pistolero, John Patrick Bedell, de 36 años, de quien sus familiares dijeron que padecía problemas mentales, resultó muerto.

Los funcionarios dijeron que oficiales de vigilancia que patrullaban el estacionamiento sur escucharon los disparos poco antes de las 5 de la mañana y de inmediato lo reportaron a la central. El Pentágono de inmediato quedó sellado, los accesos se cerraron y las autoridades peinaron el área. Las puertas de entrada se reabrieron a las 5:40 de la mañana.

“Tomamos acción inmediata al sellar las instalaciones”, dijo Calvery. Afirmó que no se habían registrado amenazas previas ni reportes de inteligencia sobre el incidente.

En el momento de los impactos, no había personal dentro de las oficinas: esos espacios están siendo renovados. Las autoridades se dedican a revisar videocintas de seguridad, a buscar evidencia en los techos de edificios cercanos y a interrogar a trabajadores de la construcción en obras cercanas. Según las autoridades, no se sabe si hay alguna conexión con otro incidente el lunes, cuando se encontraron hoyos de bala en el Museo Nacional de los Marines en la población de Triangle, 30 millas al sur del Pentágono, pero se investiga.

Unos 23,000 empleados del Departamento de la Defensa laboran en el Pentágono y en un día normal pasan por el complejo 60,000 personas.