Incertidumbre en Bagdad por retiro de tropas de EU
por Agencias
Bagdad.- Los iraquíes vivieron ayer con incertidumbre la salida de las últimas tropas de combate de Estados Unidos en Irak, donde la violencia ha aumentado en las últimas semanas, aunque permanecerán 50,000 soldados estadounidenses para labores de adiestramiento. “¿Y ahora qué?” Es lo que se preguntan muchos ciudadanos iraquíes después de que el último batallón de combate estadounidense entrara en el vecino Kuwait, procedente de Irak, a las 10:30 horas GMT. El taxista iraquí Chamel Abdalá, de 43 años, expresó a Efe sus reservas sobre la marcha de los estadounidenses porque teme por la seguridad del país. “El Ejército iraquí no es fuerte para afrontar la seguridad”, señaló Abdalá, quien consideró que a Irak le espera un futuro incierto dada la ausencia de un consenso político. Más violencia Para disipar esos temores, el Gobierno iraquí afirmó ayer que las fuerzas de seguridad nacionales son capaces de asumir todas las misiones. En declaraciones a la prensa, el portavoz del Ejecutivo iraquí en funciones, Alí Al Dabag, explicó que el repliegue estadounidense se llevó a cabo con la planificación de ambos gobiernos y subrayó que los preparativos de los cuerpos de seguridad de Irak son suficientes para afrontar los desafíos futuros. “Hemos optado por asumir la misión de mantener la seguridad del país nosotros solos, sin la necesidad de ayuda de tropas extranjeras”, subrayó el portavoz. Sin embargo, el pasado día 11, el jefe del Estado Mayor iraquí, general Babakar Zibari, reconoció que el Ejército no estaba preparado para asumir todas las misiones y que no estaría consolidado hasta el 2020. Para el experto en grupos armados Nazem Al Yaburi, las Fuerzas Armadas iraquíes están mal equipadas porque una gran parte del dinero que el Ejército recibió para gastar en armamento se perdió por culpa de “la corrupción financiera y administrativa”. A ello se suma “la debilidad” de los dirigentes castrenses porque hay una confusión entre la aplicación del sistema estadounidense, en el que se basó la construcción del nuevo Ejército, con los procedimientos utilizados durante la época del fallecido dictador Sadam Husein, subrayó Al Yaburi. Coincidiendo con el repliegue, el primer ministro iraquí en funciones, Nuri Al Maliki, y el nuevo embajador de Estados Unidos en Bagdad, James Jeffrey, que presentó ayer sus credenciales, se entrevistaron ayer en la capital, según un comunicado de la oficina del jefe de gobierno saliente. Lazos Al Maliki se refería al pacto de seguridad firmado en diciembre del 2008 entre ambos países que estipula la retirada total estadounidense para finales del 2011. Jeffrey, por su parte, reiteró el respaldo de EEUU al proceso político y democrático y a los partidos de Irak en los esfuerzos para formar un nuevo Ejecutivo, cuya creación lleva paralizada desde los comicios del pasado 7 de marzo por la falta de consenso entre las distintas coaliciones. Pese a la retirada, ni la Casa Blanca ni el Pentágono han dado por el momento finalizada la misión de combate en Irak, fijada para el próximo 31 de agosto. Según la cadena de televisión CNN, la salida de las últimas tropas de combate deja el número de soldados estadounidenses en el país en 56,000, aunque deben marcharse 6,000 adicionales para que se cumpla la meta del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de dar por finalizada las misiones de combate. El joven Haizam Meky, de 17 años, y residente en el barrio bagdadí de Al Mansur, no pudo ocultar su satisfacción por la partida de los uniformados de EEUU, que no quiere volver a verlos “ni en sueños”. “Destruyeron los muebles de nuestra vivienda y golpearon brutalmente a mi padre, y no pudimos dormir esa noche porque estábamos aterrorizados”, narró Meky, quien recordó con pesar un día hace seis años y dos meses, cuando soldados estadounidenses irrumpieron por la fuerza en su casa. |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Comentarios de este escrito.
toda opinión es responsabilidad de sus redactores y escritores