La campaña verde
CÉSAR MEDINA: Teme
financiamiento a “Campaña Verde’, sale de generadores de energía cara
A continuación,
publicamos el artículo del Periodista Cesar Medina, el que este medio comparte
en su contenido.
Municipio, Gente y
Opinión, hace reservas de otros artículos publicados por este señor, en el que
jamás estaremos de acuerdo.
Nadie ha resaltado
la similitud de esta campaña “contra la impunidad” y aquella otra de finales de
2012 -- recién llegado Danilo al poder--, “contra la corrupción de Leonel y el
PLD” que se fue desvaneciendo poco a poco en tanto iba dejando evidencias de su
carácter sedicioso y la gente se percató de la manipulación de sus argumentos.
Aquella vez, como
ahora, apareció financiamiento económico para las manifestaciones callejeras
con las que se pretendió soliviantar el ánimo público para que el gobierno
quedara sin sustento popular. Hasta tanto el PLD no se tiró a las calles a
defender su gobierno, parecía que era cuestión de tiempo para que Danilo
saliera del Palacio con la sábana por un canto.
Todos recuerdan
los “juicios populares” contra Leonel y algunos de los principales funcionarios
de su gobierno; el montaje que se hizo en Nueva York para “repudiar” su
presencia en una actividad pública, y el “piquete” frente a la Fundación Global
para denunciar como mal habida esa institución académica.
Esa situación fue
subiendo de intensidad hasta que los peledeístas decidieron enfrentar la
sedición con sus propias armas: primero denunciando su carácter violento y
luego devolviendo golpe por golpe y haciendo notar su presencia y exhibiendo su
“poder de disuasión”… Lamentablemente a base de garrote.
… Ese día se
acabaron las protestas, terminaron los “juicios populares” y cesó el
hostigamiento al gobierno --que apenas llevaba unos cuantos meses en el
poder--, para que al fin Danilo pudiera gobernar dos o tres años tranquilo.
… Vientos y
tempestades
“El que siembra
vientos, cosecha tempestades”, dice el viejo refrán popular que aplica a esta
coyuntura política.
Luis Acosta
Moreta, El Gallo, pedía explicación en estos días sobre el origen del
financiamiento a las costosas actividades del llamado “Movimiento Verde” que
reivindica la campaña contra la impunidad.
Justicia queremos
todos, y es lo que espera la sociedad dominicana que ocurra con Odebrecht y
otros tantos escándalos provocados por la distracción de fondos públicos en las
últimas décadas. Es eso lo que ha prometido garantizar el Presidente de la
República otorgando independencia al Ministerio Público para que se investigue
el caso a profundidad “caiga quien caiga”.
Odebrecht es sólo
un eslabón -- aunque involucra a cinco países de la región con el pago de
sobornos multimillonarios--, de una larga cadena de corrupción que en Brasil se
conoce como Lava Jato y que provocó la caída de la presidenta Dilma Rousseff y
mantiene a las puertas de los tribunales al expresidente Lula da Silva.
El escándalo, como
se ve, tiene origen externo y los resultados de la investigación se prometen
para mediados de este mismo año.
El problema es que
los grupos sediciosos locales tienen a sus culpables favoritos y de nada valdrá
que la investigación, por transparente que resulte, exculpe a la cúpula de los
tres principales partidos del sistema; a presidentes y expresidentes de la
República, a pasados y actuales legisladores y al resto de exfuncionarios de
los últimos tres gobiernos.
¿De dónde sale la
plata?
Hay que ver lo
costosa de esta campaña … Miles de gorras, camisetas, banderolas, sombrillas y
antorchas no caen del cielo. Alguien está financiando ese movimiento con
dinero, con mucho dinero… Sus organizadores dicen --obviamente, para que nadie
les crea--, que ese dinero sale de “contribuciones espontáneas del pueblo”,
pero es simplemente incuantificable el costo que tuvo --solamente en logística
de transporte y alimentación--, movilizar a miles de personas por todo el país
portando la llamada antorcha verde.
El grueso del
dinero que se gasta en esa campaña se ubica en los generadores de energía que
resultarán afectados con Catalina… Por ahí puede andar la sedición.