Luis Abinader lucha contra la “percepción” de la diferencia
de puntos en su contra
SANTO DOMINGO. A un mes de los comicios presidenciales,
congresuales y municipales el panorama beneficia ampliamente al Partido de la
Liberación Dominicana (PLD) y sus aliados.
El presidente Danilo Medina ha logrado que las cosas le
salgan como esperaba; sin ruidos que le hagan variar la estrategia.
Su salida a las calles y su plan de recorrer dos veces el
país le surtió efectos inmediatos, ya que compactó el voto peledeísta, y
movilizó a dirigentes que se encontraban rezagados obligándolos a salir de su letargo,
como al propio presidente del PLD, Leonel Fernández.
Medina tomó medidas para tratar de ir desmontando un
discurso pre y post electoral de uso abusivo de los recursos del Estado, como
la de la licencia para funcionarios que son candidatos, el retiro de la
publicidad gubernamental y la prohibición del uso de los vehículos públicos en
los actos de campaña.
Su equipo de campaña debe cuidarse de que no se le acuse de
querer imponer un senado peledeísta, ya que algunos candidatos a senadores
opositores han empezado a quejarse de la presencia del gobierno en las
provincias con el interés de favorecer a los actuales senadores, alguno de los
cuales no estaban bien parados en las encuestas.
Según la encuesta Greenberg-Diario Libre realizada entre el
29 de marzo y el primero de abril, el candidato presidencial del PLD va en
aumento, situándose en el 59% de las preferencias, frente a un 32% del opositor
Luis Abinader Corona, candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno
(PRM).
El PRM y las amenazas
Abinader, el PRM y sus cuatro aliados tienen un gran
obstáculo qué salvar en estos 30 días, que es el de la percepción de que van a
perder por unos 30 puntos porcentuales de diferencia.
La oposición política, en lugar de arreciar el paso y atacar
con herramientas contundentes en los temas vulnerables, ha vuelto a cometer el
error de siempre: atacar a las firmas encuestadoras y a los medios que las
publican, como si esa actitud les garantizara votos o preservar los que ya
tienen.
Unas de las críticas que se le ha hecho al principal
candidato opositor es que se alió al Partido Reformista Social Cristiano
(PRSC), anulando la esperanza de articular un acuerdo con candidatos opositores
alternativos como Guillermo Moreno y Minou Tavárez Mirabal.
Pero lo cierto es que estos dos últimos candidatos no
estaban en eso de ceder para que otro encabezara, como lo demostraron los
fracasados esfuerzos unitarios que se hicieron con la intermediación del
Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD) y su líder Hatuey De Camps.
Lo que se afirma es que alianza con el PRSC terminará dando
más beneficios electorales a ese partido, que busca no perder su categoría de
mayoritario, algo que está por verse en los próximos comicios.
El factor PRD
Aunque no está siendo registrado en las encuestas, las
cifras que se manejan en el Palacio Nacional indican que el Partido
Revolucionario Dominicano (PRD) indican que en los municipios y provincias
donde menos fuerza tiene esa organización registra entre un 8% y un 12% de las
simpatías como aporte a la alianza con el PLD.
Esto indica que la votación del PRD será un factor clave
para definir senadurías, alcaldías e inclinar la balanza hacia el PLD en los
lugares donde está más cerrado con el PRM.
La lucha por el liderazgo local
Los partidos emergentes como Alianza País, PQDC, APD, PUN,
PRSD, FNP y nuevo PRM tendrán la oportunidad de demostrar el liderazgo local en
las alcaldías y puestos congresuales, ya que la estrategia de una segunda
vuelta de los opositores ha resultado fallida, a la luz de los resultados de
las principales encuestadoras. Ante los escasos recursos que recibieron de la
Junta Central Electoral, lo lógico era que trataran de unir sus fuerzas para
halar todos una misma carreta electoral, para enfrentar a un Presidente en
busca de la reelección y que siempre mantuvo una alta aceptación en las
encuestas.