La
insistencia en un culpable favorito impide a justicia encontrarlo.
Manuel Rodriguez y su espose Yasmin Valdez (asesinada) |
Redacción de
Municipio, Gente y Opinión
Esperanza.- Mao-.
Ayer se cumplieron cinco años del asesinato de la joven Yasmín Valdez, sin que
las autoridades hayan podido señalar quien o quienes fueron los responsables del
horrendo crimen para que paguen por este, siendo al parecer la insistencia por
parte de sus familiares, amparados en una gran campaña de comunicación, en un identificar
un culpable favorito lo que impide a justicia encontrarlo.
Valdez fue
encontrada por su esposo el señor Manuel Rodríguez Bonilla en medio de un
charco de sangre en el interior de su vivienda en el residencial Caroll-Gisell
de la ciudad de Mao, Valverde,
presentado múltiples heridas de arma blanca y desde apenas horas del hecho su
familia quienes habían rechazado los interrogatorios que se le hacían a su
esposo, cambiaron la versión y descalificaron investigaciones que inicio el
Ministerio Publico de Valverde que apuntaban a otras personas ligadas a la
familia, mientras junto a un amplio sector de la prensa local, iniciaron una
insistente acusación para lo que se prevalecieron de hipótesis que no han podido
ser comprobadas por la justicia lo que impide resolver el caso.
Por este
hecho fueron recusados los magistrados que llevaban el caso en Valverde, yendo
a parar a Santiago, desde donde al principio se dio alguna señal de avance más
la insistencia de acusar a un culpable favorito encontró como respuesta un
limbo jurídico que aún persiste.
Este lunes,
en el quinto aniversario del horrendo crimen, los familiares de Yasmín Valdez,
encabezado por la madre de la misma, la señora Miledis González, acudieron al
Palacio de Justicia de Santiago, para reclamar de las autoridades que este caso
con quede impune, al tiempo que criticaron que a pesar del tiempo transcurrido,
no se halla sometido a nadie por este caso.
Este caso,
tan contaminado por los medios de comunicación y por las autoridades judiciales
de Valverde, quienes pusieron todo su empeño en presentar a un culpable
favorito, Implicaría la intervención de expertos traídos desde otras latitudes
capaz de reunir pruebas irrefutables para presentar ante un tribunal de
provincia y que con un sutil manejo de los medios, pueda gota a gota ir dejando
sentir las evidencias que sensibilicen una población que ha sido condicionada
para solo condenar una persona y a nadie más.
Probablemente,
ciertas circunstancias del caso del asesinato de Yasmin Valdez, nos retrotrae a
aquella maravillosa obra de Lope de Vega, titulada “Fuenteovejuna”, en la que
todo un pueblo supo enfrentarse al poder feudal, a través de un drama que
subyace en la conciencia de toda una comunidad, o mejor dicho de toda una
nación.
Sin embargo
la realidad es otra y en este caso no se trata de un crimen de estado, pues la
joven asesinada en modo alguno había trascendido en el ámbito de la política,
ni en lo social y comunicacional, más bien su nombre sale a la luz pública a la
hora de conocerse su muerte y el continente comunicacional que esta generó, no
se le puede endilgar a ella, si no al peso gravitacional de su esposo, el
catedrático Manuel Rodríguez Bonilla (MANUELO), hombre dedicado al desarrollo
social y económico de la región noroeste y de grandes aportes a la cultura
maeña como historiador y ensayista de fuste.
MABUELO salió
de su casa con su hijo David Emmanuel, un
niño de cinco años que llevó consigo a la escuelita maternal y que fue
despedido por Yasmin ya montados en el vehículo, aquel día antes de su muerte,
lo que con una simple declaración de este sería vital. Este vive con su padre
no obstante la insistencia de la familia maternal de tenerlo.
Se ha
presentado los videos de donde fue Manuel antes de la muerte de Yasmin, un supermercado,
donde fue según a comprar cosas que le pidió Yasmin antes de Salir, donde una
tía de Yasmin, en el Barrio Bonilla, visitada por Manuel a entregar un regalo,
de un banco, una ferretería, una tienda de una hermana de Manuel, un pintor y,
finalmente, la casa de su cuñada Rosalía, mejor conocida como Nín, donde llevó
unas ropitas para su niño recién nacido, que le enviara Yasmín con Manuel. Todas
estas visitas y diligencias han sido confirmadas por las autoridades
correspondientes.
Se recuerda
que Rubén Matías Infante y un tal Jonathan, individuos que según informaciones
le confesaron a la Licenciada Yeni Berenice Reynoso su participación en el
crimen de Valdez y Eengel de Jesús
Rivera, quién fué apresado y confesó que había recibido $10,000.00 de parte de
los asesinos de Yasmin, para que le cuidara la puerta mientras se cometía el
crimen y a quien se le ocupo un cuchillo con las iníciales de la occisa, estos
fueron liberados.
También fue
interrogado y liberado Ángel Valdez, un hermano de Yasmin que labora como
carnicero en una granja de pollo, estaba sometido a la justicia por amenaza de
muerte contra Yasmin, al negarse a pagar una deuda de cientos de miles de
pesos, lo que habría provocado un altercado entre los hermanos, quien apareció
con varias lesiones cortantes en ambos brazos y que luego de ser apresado en el
colmado de la madre de Yasmin fue liberado por falta de pruebas y por la
intervención de sus familiares.