Por Cesar Gutiérrez jgcesargutierrez1@hotmail.com
El estrecho de Ormuz, nombre que obedece a su cercanía con la isla de Ormuz entre el golfo de Omán, localizado al sudeste, y el golfo Pérsico, al sudoeste, es la clave para el control del petróleo mundial, un estrecho (brazo de mar) angosto.
En medio de una de las zonas con los mayores recursos petrolíficos del planeta, hay una isla que “no aparenta nada”. Su paisaje es árido, al punto de casi no mostrar vida a simple vista. Es la isla de Ormuz (también conocida como Hormoz) no cae ni una gota de agua, lo que sumado al paisaje volcánico, hacen de la isla un lugar de altísima salinidad.
La amenaza de cierre de ese punto estratégico en la costa sur de Irán y en la costa norte de el enclave omaní de Musan Dam ha lacerado las débiles relaciones de Irán y estados unidos a tal punto que la Cónsul de Venezuela en Miami, Livia Acosta Noguera fue declarada "persona non grata" y tendrá que salir del país antes de este martes.
En efecto el jefe del Pentágono, León Panetta advirtió que los Estados Unidos responderá por la fuerza en el caso de que Irán intente bloquear el estrecho de Ormuz, pasaje estratégico para el tráfico marítimo de petróleo, advirtió, evocando a una “línea roja” que no se debe flanquear.
A finales de diciembre, la cadena de televisión estadounidense en español Uní visión emitió un reportaje que afirmaba que diplomáticos venezolanos e iraníes se habrían mostrado interesados en la oferta de un grupo de hackers mexicanos para infiltrarse en las webs de la Casa Blanca , del FBI y del Pentágono entre otros.
En su momento, el gobierno venezolano tachó el contenido de ese programa de "mentiras".
El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad tenía previsto llegar en avión a Caracas en la tarde del domingo en el inicio de una gira por varios países latinoamericanos del ALBA, bloque de regional de gobiernos de izquierdas.
Las maniobras militares que llevan a cabo los Iraníes han puesto en actitud de advertencia a los Estados Unidos y al Mundo, ya que esto significa una amenaza para la paz Mundial.
Ya Estados Unidos envió provocativamente uno de sus más grandes buques de guerra al Estrecho de Ormuz, en medio de juegos de guerra siendo realizados por Irán en la región. La maniobra se enmarca en la advertencia estadounidense de que el cierre de este punto clave de flujo petrolífero no será tolerado.
“'Un portaaviones de Estados Unidos entró a una zona cercana del Estrecho de Ormuz, el cual está siendo utilizado por la marina iraní para realizar juegos de guerra', dijo un oficial iraní el jueves en medio de tensiones crecientes sobre el canal clave de tránsito petrolífero.
“Autoridades estadounidenses anunciaron el miércoles que el buque y su grupo de batalla acompañante se transportó a través del Estrecho de Ormuz, una estrecha franja de entrada al Golfo y el cuello de botella más importante del mundo para el envío de petróleo.”
La presencia de buques de guerra estadounidenses en la región, ante la escalada de tensiones, sirve como un recordatorio de que la administración Bush debatió en una oportunidad la escenificación de una falsa bandera, donde falsos botes patrulleros de Irán serían usados para atacar un navío de Estados Unidos y dar un pretexto para la guerra.
En enero de 2008, el gobierno estadounidense anunció que estuvieron a “momentos” de abrir fuego a un grupo de botes patrulleros iraníes en el Estrecho de Ormuz, luego de que, presuntamente, los navíos transmitieran la advertencia de que atacarían un barco estadounidense.
Estados Unidos afirmó que los botes iraníes habían transmitido el mensaje, “Vengo por ustedes. Explotarán en un par de minutos”, y que la orden para disparar fue abortada solamente en el último minuto, cuando los botes patrulleros se devolvieron.
Esa vez el plan fue rechazado ya que hubiese costado vidas estadounidenses, pero el potencial para que un escenario similar se genere en el Estrecho de Ormuz, real o fabricado, se mantiene como una amenaza muy real, especialmente dada la cantidad de buques de guerra estadounidenses que ya están en la región, o bien en camino al Estrecho.
Una confrontación en el Estrecho de Ormuz enviaría los precios del combustible a los cielos y crearía una inestabilidad económica global. Cualquier cierre del Estrecho recrudecería la actual crisis financiera.