SD. El inicio de los trabajos en la Cámara de Diputados ha marchado bien, para un organismo integrado en su mayoría por nuevos legisladores. Sin embargo, a lo interno se estaba gestando un movimiento de diputados que buscaba literalmente "asaltar" ese organismo como si se tratara de un botín.
La presiones al nuevo presidente de la Cámara de Diputados, Abel Martínez, provenían mayormente del bloque de su propio partido, el de la Liberación Dominicana, que llegaron pensando que en el organismo iban a "recoger dinero y empleos".
Los alzados acusaban a Martínez de ser "tacaño", por aplicar los reglamentos de la cámara baja para justificar los pedimentos de sus colegas, con sustento legal, como de hecho lo solicita el departamento de auditoría interna y la Cámara de Cuentas.
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