Nuevos
“cooperativistas” antes de concluir sus proyectos se agencian vehículos, armas de fuego y hasta queridas
El destacado
economista y catedrático universitario Víctor Manuel Peña, vaticino que los
prestamos cooperativos que realiza el presidente Danilo medina con los fondos
del estado dominicano, no tienen garantías y duda de su reembolso al las
entidades crediticias involucradas.
Vista de uno de los terrenos adquiridos para crianza de conejos |
De acuerdo
peña la función social del Estado está dirigida a lograr, en cualquier país del
mundo, la justicia social o el bien común o la rentabilidad social en todo lo
que hace. Y esa rentabilidad social se persigue en todas las decisiones que
toma el Estado para afrontar los diferentes problemas de la población, los
cuales expresan necesidades sociales o necesidades colectivas, con miras a
elevar el nivel de satisfacción social o de bienestar de la gente.
Al lado de
las visitas sorpresa del Presidente se desarrollan simultáneamente los
préstamos sorpresa. Como los préstamos a los pequeños y medianos productores
del campo, asociados en cooperativas, solo tienen la palabra de los deudores
como garantía, todo parece indicar que no se hacen estudios previos de
factibilidad y de racionalidad económica y social.
Pero el
fallo fundamental de los préstamos sorpresa no está en ellos en sí, sino en el
hecho de que se cobre una determinada tasa de interés.
Al cobrar
una determinada tasa de interés por los préstamos que concede con dinero de los
contribuyentes, el Estado sustituye la rentabilidad social, que es su función y
su misión siempre, por la rentabilidad privada.
Lo anterior
quiere decir que el Estado puede prestar, pero debe exigir sólo el retorno, el
pago o el reembolso del capital prestado sin cobrar nada por concepto de tasa
de interés.
Aún así el
gobierno del Estado no debe cobrar una determinada tasa de interés por los
préstamos que concede, porque el Estado no existe ni está para llevar a cabo actividades
de tipo comercial.
Señala que hay lugares donde estos préstamos están siendo
acaparados por los productores que menos los necesitan…. ¡Los pequeños
productores de tayota de Palo Blanco, en Jarabacoa, por ejemplo, están dados al
Diablo con el destino del préstamo sorpresa que el Presidente les concedió!
¡Cuántas cosas y diabluras se hacen de espaldas al señor Presidente de la
República!
Conviene que
estos préstamos lleguen, sin devengar intereses, a los pequeños productores del
campo y de la ciudad que sí los necesitan.
Se sabe de “dirigentes
comunitarios” que para acceder a los prestamos para crianzas de conejos han
formado cooperativas fantasmas y que luego de iniciar los desembolsos antes de
culminar los proyectos financiados con fondos públicos han cambiado su mudus
vivendi, adquiriendo vienes y servicios personales, viviendas, vehículos, armas
de fuego y hasta nuevas amantes, sin tener después de mas de tres meses ni un
solo conejo en granja, lo que hace pensar que el gobierno tendrá que emplearse
a fondo para que esos dineros puedan ser recuperados so pena de que los
deudores sean ajusticiados.
También en
algunos casos los “cooperativistas de nuevo cuño” han desviado el componente de
las construcciones plantadas por las normas establecidas y se han convertido en
los propios ejecutores del proyecto lo que hace que estos se construyan con
fallas de origen que imposibilita su buen desenvolvimiento. Esto para ganarse
unos chelitos y abaratar los costos aparentemente.
En fin esa
es la política populista del gobierno y las entidades de control que auditan y vigilan
el buen funcionamiento del estado no parecen interesadas en corregir las anomalías.